Todo se conjura
Las palabras, la prosa, la poesía. Aquel vino y los libros, la plaza, el camino y la noche. El cine, el café, todas las mañanas. La única caja de la vida, esa que siempre guarda en su dentro. La amistad de cerca, también la lejana. El amor conocido y el que queda por vivir. La madre, el grandioso padre. Su hija, su hijo... Todo conjurado, enrreverado, caótico y desequilibrado han mediado para tenerla en pie. Conocerse, moverse, caminar, crecer, descubrirse a si misma desde la intuición hasta la certeza. Correr, volar y siempre huir de la seguridad para elegir el abismo.