La mentira enarbolada

Con el mismo asombro que la encandiló descubrir su música, sus libros, su vida.
Con el mismo éxtasis que tuvo al recorrer su cuerpo en las mañanas
cuando respiraba, planeaba y te perdía en ella.

Con la misma pasión que dedicó
para aventurarse en cada detalle del gesto.
Con la misma resignación que usó, imprimió
y guardó el cian de su frente.

Con ese asombro, con ese éxtasis,
con la pasión y resignación
Ella delego su amor,
Ella renuncia,
Ella abandona,
desposee y desarma.

No pide endoses ni victimas,
no hay pretensiones de ofertarle nada al pasado
ni colgar de ganchos multicolores La Mentira Enarbolada.






Comentarios